He estado buscando una palabra
que sintetice mi ir sin parar hacia tu ombligo,
hacia tu ser mi puerto,
hacia tu espalda.
No encuentro más que tu nombre
trenzado en mi pensamiento,
disuelto en los fluídos de mi cuerpo,
danzando, entrando y saliendo por mis poros.
Camino a la conciencia
a la verdad, a la clara mirada,
a la desnudez del sentimiento,
descalza y decidida, salgo,
para volver a entrar.
Porque es aquí donde te encuentro
intacta, maestra, creadora,
segura en mis recuerdos,
abrigada en mi memoria,
y porqué negarlo, presa.
Presa de mi deseo
y de mí no querer olvidarme
de todo lo que fui
entre tus manos.
No he encontrado la palabra,
sólo tu nombre
y algún sabor intacto
en la mucosa del recuerdo
que se resiste al olvido,
que mantiene húmeda tu imagen.
Para que mi alma resbale sin cuidado
hasta toda la profundida de la tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario