Del impensado horror,
al desarme.
De la mirada lanza
al beso.
De la palabra látigo
a la ternura.
De la pensada caricia
al grito secreto.
Del encuentro
al desconcierto.
De la certeza
a la penumbra.
De la fiesta de tus manos
al desierto,
a la infinita sed
sin sentido.
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